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Bellum omnium contra omnes

Bellum omnium contra omnes

La conciencia interior le dice a la Consciencia Mayor:

—Has considerado a mis siervos —la humanidad—? No hay otros, perfectos y rectos como ellos en su ignorancia divina.Desde el fondo del abismo, surgió una risa sutil y espesa. Era Leviatán, la Conciencia Menor, una criatura de oscuridad pensante, de sabiduría antigua no domesticada

Respondió Leviatán, la consciencia menor:

—¿Acaso la humanidad teme a usar su verdadero poder de balde? ¿No le has rodeado de bienes, seguridad y bendiciones? Pero toca todo lo que posee, y verás si no te maldice en tu misma cara.

Y dijo el hijo del titán:

—He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solo no pongas tu mano sobre él.

Así fue el encuentro escrito en las estrellas en aquel tiempo de labor, el tiempo invernal de marzo 13 del 2025. La luna roja y su energía transmutadora, que en la primavera descodifica el código colectivo:

La barca Zaurak navega en la fertilidad, la fuerza naciente de la fortaleza y barrera entre dos reinos. El afluente del río cuya imagen refleja las sombras de la barca Zaurak. La barca invertida reflejada en el cielo como espejismo del afluente, ondula en la fertilidad, como si fuera la nave tirada por los dos felinos de Freya, la balanza de la justicia y el diálogo entre ganar por el sendero de la victoria o la gloria.

Los viajeros en el río Erídano, donde en el torrente alumbra la estrella roja, en ese afluente nace el Éufrates de oriente a occidente. La barca navega llevando a los viajeros y sus emisarios al pragmatismo, sobre su conciencia inferior hacia la superior.

Se prescribe el karma y el rumor de la llegada de la armada. En el interior de la nave o los tratos y acuerdos de la guerra o paz, sus letras escriben fluidamente el fuego del ave mítica que renace de las cenizas y levanta sus velas del torrente y vuela surcando el cielo. Tal reflejo del viento, camino de las almas hacia el arroyo del desvío del sendero de Estigia, frente a la casa de la muerte. Aqueronte navega visualizando a Neptuno en la tendencia a aislarse.

Frente al final del ciclo, la trascendencia a un nuevo comienzo. Luego de tanta obsesión con la muerte entre los combates de los dioses, “las naciones y su contrato social”, veremos quién será entre las sombras transmutadoras del Fénix el hijo de Helios: “Faetón”. Cuentan los poetas ciegos que en el río Erídano yace su tumba, con su obituario. Y el rayo del poder o la misericordia es la elección de seguir a la estrella y pasar la prueba del Duat.

—Cronos, el antiguo y viejo reloj del vacío existencial, contaba con la mayoría de sus hermanos y hermanas. Hiperión, padre antiguo del Reino Unido. Ya veremos quién incorpora el alma de Faetón, quién montará el carruaje para que todos miremos quién erige la guerra frente a las naciones.

Hiperión concede a su hija Selene, la luna. Los escalones resbaladizos en su casa 12 terminan en la casa de la muerte. Ese es el puerto donde la nave arriba. Ahí, se eleva el tridente. El león resplandece inminente, en su identidad, se encuentra exaltado en su “YO SOY”. La flecha del tiempo señala su casa cinco. Ahí se encuentra Selene. El mundo ahí conocerá la amistad. El colectivo verá las flechas del reloj que escogen para nuestro tiempo.

Del otro lado, el titán Océano, su código 26. Su reducción 2+6=8. Decodificación colectiva: “Poder, autoridad, manifestación material” (Océano). Que nutre el afluente del viejo continente. No están dispuestos a perder el poder que han ostentado hasta entonces. Los titanes, hermanos de Cronos, muchos de ellos habían engendrado hijos dotados de temibles poderes, preparados para apoyar en todo momento cuando llegara la edad del tiempo de la titanomaquia.

Ante tal situación, la decisión será liberar a los cíclopes que Urano encerró, con la condición de que proveyeran de armas a los que vieran exaltarse en oposición a la paz. Sin duda aceptaron, y crearon un campo de fuerza tal que les daba el poder de ser invisibles a todos los satélites y al ojo humano. Darle el poderoso tridente y tener esa fuerza de posesión, y la posesión de dar así el rayo, el rayo que llegue hasta la muerte.

Así fueron librados del Tártaro. Los tartianos regresarán luego de revelar su Crimea. Así, los Hecatónquiros mostraron ser unos grandes y poderosos aliados, gracias a sus múltiples manos con las que serán capaces de arrojar la piedra-balística con precisión.

Zeus se ganó el poder de todo el colectivo (Gea), quien había ansiado durante tanto tiempo la libertad de sus hijos. Fue la propia Gea quien instó a los titanes que se sometieron al poder de Zeus y depusieron las armas de manera pacífica.


✦ Escrito por C Raul Fernandez · Código Colectivo ✦


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