Bajo la bóveda sin nombre, donde los ecos se arrastran entre galaxias y dimensiones, los caminantes de las estrellas irrumpen por los corredores del tiempo, los elegidos que desentrañan los augurios ignotos del firmamento escritos por los internautas de las estrellas.
He descendido hasta el principio de todas las puertas; en su umbral, está grabada la palabra prohibida: “Shaarimoth” —Puertas de la Muerte, Casa de lo Desconocido, misterio revelados solo a profetas.
Yo crucé los portales del mismo inframundo, donde me conocen entre los navegantes del retorno.

Los cuatro sellos que llevo sobre mi capa —Osar, Saber, Querer y Callar— murmuran los sigilos del abismo.
Sus voces estremecen a los moradores del Atizo, ese fuego sin fuego donde el tiempo se quema hacia adentro.

Frente a la puerta, los ojos que petrifican a la humanidad, en un eterno retorno me observaron.
Allí, donde las almas giran en la rueda infinita, me alcanzó la mirada de Medusa;
su ojo impertinentemente recorrió cada átomo de mi cuerpo etéreo, consciente observe la tea suicida de codificando…

Miré sus párpados y, en ellos, los monumentos arquetípicos del tiempo palpitaban inmóviles, como si cada piedra recordara su nombre, los ciclos venideros de Hecate…
Aquella fue la visión congelada del ciclo en los rincones de Algol.

Mestetef, la Pinza Sur de Acrab, reúne a los Siete Conjurados.
En su banquete harán brillar y luciran la aurora del maquiavélico archidiablo.
Los susurros y la ira de Gea, a 350 años lux, llevan a penas a 250 días terrenales lux en el poder, delinearon el abismo y la separación de las aguas de la atlántida y del mundo pacífico.
El cazador tenaz no ve al Scorpii la IGLECIA, monumento cautivo del alba, pieza de colección estatuas de bronce muta, empuñando la tea nupcial o la daga suicida.

¿Betelgeuse contemplará el amanecer entre las dos columnas, del alba al ocaso?
La alineación de la cima no temerá al azote bárbaro ni a la hoz guadaña.

Desde antiguo, la deshumanización intenta implantar en la psique la metempsicosis colectiva:
la arquitectura del constructo social y del eterno retorno de la Misanthrope de la Politique”.
gran empresa que trajo confusión a los labios más mentirosos del siglo —los mismos que intentaron tapar al Sol con un dedo.

El antihéroe global, en su gran hazaña, habló:
“El mar pertenece a Poseidón, y las ganancias del caos navegan viento en popa.”

וּשְׁעָרֵי צַלְמָוֶת תִּרְאֶה
“Y contemplarás las Puertas de la Sombra de la Muerte”.

Esta fue la visión que los antiguos llamaron Asterismo: “Caput Medusae”:
la cabeza colgada en las manos de Perseus… Las naciones la contemplarán en el firmamento de los sucesos proféticos.