Fronteras

En una frontera me encontré lo que otros tramaban buscar al pasar la frontera, yo sin embargo pretendí imaginar lo que a él le espera cuando pase la frontera, al menos ya los más inteligentes piden a grito que los bordes de la imaginación están al borde de la especulación.

No hablo más ya de este tema imaginario con críticos superficiales. Me gusta hablar con guerreros mercenarios mutiladores de niños y viejos. Imagino a estos como carniceros en los molinos de embutidos.

Cuando escucho a una mujer que escribe con sangre en la imaginación de cualquier medio, -me da risa-, ya que necesita un arma e inspirar a ser el mutilador de las heridas que las gazas  no cierran, menos en sus fronteras; cabe decir que he esperado que las fronteras se comparen a otras, es estúpido he inicuo falto de visionario, imaginario crimen, comparar la estupidez del fanatismo con el crimen organizado de algunos pocos.

Es fácil decir al amargado asesino ¡mata!, cuando sabes que el cuento tendrá el mismo fin, aunque la estúpida máquina de escribir no tenga cerebro, los estúpidos visionarios, visionan la estupidez descerebrada como una solución, “atacar, destruir y matar”, es el sagrado nobel de la paz en el mundo, el que ignore estos principios no podrá ser inteligente en los sueños que un carnicero interpreta en su mundo de armonía-caos.